En el verano de 1451, cuando aún no habían transcurrido dos años de la creación de Villacarrillo como villa, los musulmanes de Granada la asaltaron y quemaron sus casas, ocasionando unos sesenta muertos y llevándose cautivos mas de mil quinientos habitantes, prácticamente la población entera. Llevados al reino moro de Granada, transcurridos trece años, solamente volvieron unas pocas familias, previo pago de un rescate.
De la mayor parte de los cautivos se desconoce su destino, y después de la conquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492 aparecen en aquel reino un puñado de aquellos desdichados de los que habían sido llevados al cautiverio siendo niños.
Esta sería, muy resumida, la historia que llevó anoche a congregar a más de un millar de vecinos y visitantes de Villacarrillo en torno a la Plaza del Cerro del Águila.
Una deuda con las raíces más profundas de nuestro pueblo que se saldó con un acto en memoria a las víctimas de uno de los episodios más sangrientos de Villacarrillo.
La iniciativa nació de D. Fernando Mora Régil quien ya ha manifestado, en numerosas ocasiones, su interés por hacer “justicia” con nuestra historia y nuestras raíces y recordar aquellos trágicos acontecimientos. Todo auspiciado por la propia Asociación y la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Villacarrillo.
El acto arrancó desde la misma puerta del Ayuntamiento dónde los Amigos de la Historia, acompañados por una de las cuatro bandas de Cornetas y Tambores que participaron en el acto, teatralizaron, junto con la concejala de Cultura Juana Soto, la deuda del pueblo para con sus antepasados. Recogiendo a las autoridades, portando antorchas, se sucedieron los pasacalles (un total de cuatro, por cada una de las bandas participantes; Nuestro Padre Jesús Nazareno, Nuestro Padre Jesús de la Columna, Nuestro Padre Jesús de La Caída y Real Archicofradía del Santísimo Cristo de la Veracruz) que recorrieron diferentes calles hasta confluir todos en el Cerro del Águila dónde ya se habían congregado más de un millar de espectadores y curiosos.
Con una plaza decorada para la ocasión (un trabajo extraordinario por parte del Centro de Día de Mayores y el Centro Ocupacional “La Algarabía”) se llevó a cabo el acto central en el que el propio Fernando Mora explicó el motivo del reconocimiento y resumió la historia que nos ha llevado hasta este punto.
Presentado por Lola Casans el homenaje concluyó de manera magistral con la actuación del Coro Polifónico Nuestra Señora de la Asunción que eligió un cuidado repertorio muy acorde con la época a la que se hacía referencia.
Una primera piedra para un acto que pretende institucionalizarse e ir aportando novedades cada año para que, además de hacer justicia con nuestra historia, se convierta en un referente más dentro de las Fiestas de Villacarrillo.
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