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jueves, 8 de noviembre de 2012

RECUERDOS DE UN EMIGRANTE. POR JOSÉ MARÍA REDONDO TORTOSA.

 
Como os venimos contando, esta tarde se reúne, por primera vez, la COMISIÓN para la consecución del Homenaje al Emigrante que se pretende llevar a cabo en Villacarrillo en un futuro no muy lejano. Una iniciativa recogida por el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Villacarrillo y en la que participarán miembros de toda la Corporación Municipal, varias entidades y otras muchas personas interesadas en el proyecto. Se pretende dar respuesta a una vieja reivindicación de los muchos emigrantes que marcharon de Villacarrillo a otras tierras en busca de trabajo. De momento el objetivo es acercar posturas, buscar ideas e iniciar una andadura que concluirá con ese merecido reconocimiento.
 


Así que nuestro paisano y amigo (enamorado hasta la médula de su Villacarrillo) nos deja un poema dedicado a esta tierra que le vio marchar hace algunos años. En el mismo se hace reseña, ni más ni menos, a 238 personajes; por su nombre, apellido o mote. Con este trabajo, tal y como nos cuenta su autor; “intento demostrar mi profundo amor por mi tierra, a la que jamás he podido olvidar. Si su valor poético es ínfimo, su valor sentimental y amoroso es superior a cualquier otra consideración”. Y continúa; “siento verdadero amor por el pueblo en el que fui a nacer, y cada día les agradezco más a mis padres que me trajeran al mundo en Villacarrillo. Ellos, desde el cielo, se congratulan que yo piense así. A quién hace y dice lo que sabe, hay que agradecerle lo que dice y hace. El que no dice ni hace, sabiendo y pudiendo hacerlo, no merece que se le recuerde”.  

  


POR JOSÉ MARÍA REDONDO TORTOSA.
 
Te encuentras enclavado en una loma
con hermosos valles a tus costados;
recibes de la sierra el fresco aroma
que perfuma tus calles y tus plazas.
Y cuando el sol por Navazalto asoma
la alondra, el ruiseñor y la calandria
recitan sus gorjeos en su idioma.
 
                           Al Parque y al Paseo va llegando
                           el aire puro y fresco de la sierra.
El gorrión anida en las acacias
y el guácharo a la vida se aferra.
Los aviones y las golondrinas
consiguen en el aire y no en la tierra
el diario alimento necesario.
 
Camina el borriquillo por la senda
puestas las aguaderas sobre el lomo
y cántaros que se han de llenar
de agua porque el año ha sido romo.
La escasa lluvia ha secado las fuentes
y encima el sol está cayendo a plomo
y los árboles ya no dan ni sombra.
 
En la Minga y en la Losa recalan
las mujeres para lavar la ropa
llevando un fardo sobre la cabeza
con prendas sucias. Sin abrir la boca
el jabón casero van restregando
sobre el pantalón, la bata o la toca
que extenderán después sobre un ribazo.
 
Los caminos que salen de la villa
por esos cuatro puntos cardinales,
en el amanecer de un  nuevo día,  
se van poblando de hombres y animales.
Ya se nota el relente en los yerbajos
que mojan las abarcas y peales.
Y en las ramas mochuelos y arrendajos. 


Una estación de tren sin estrenar
del ferrocarril de Baeza a Utiel.
Una Anónima Alsina Graell
que viajaba de Siles a Jaén
y el pueblo lo tenía que atravesar.
Una barca en Mogón para cruzar
el río Guadalquivir de orilla a orilla.
 
El Corpus y las fiestas de septiembre;
San Antón, San Isidro y Candelaria;
los Santos Inocentes en noviembre.
y procesiones de Semana Santa.
Varear las olivas en diciembre
y llevar la aceituna a la almazara
para extraerle el líquido amarillo
y rellenar la alcuza y la panilla.        
Y San Alejo, bajo una escalera,
que se sacaba para que lloviera.      
 
Son  algunos recuerdos antañones
que mi intelecto sigue recordando.
Mi mente continúa laborando
cuando pongo a trabajar la memoria
y van apareciendo personajes
que dejaron su impronta en nuestra historia:
 
 
Don Juan García Rodero, Antonio Sola,
Francisco Pegote, el Pulío, Palique,
Antoñito, Gorrión y Maltrota,
Eduardo el panadero y Pajarito,
Juan Tortas, Tomás Michi y Garbancito,
la Tuerta la Hornillera y la Pacosa,
el cojo Climent y Cristóbal Ruiz,
doña Ele, don Ginés y el Niño Antonio,
la hija de Torrijo y Nene Porras,
Rebollo, Marcelillo y Posadilla,
el Grillo, el tío Marcos y Cencerrilla, 
Lorenzo, Ángel del Arco y Paco Ramas,
Juan Parral, Juan Gallina y Juan Quevedo,
Pelijas, Bonachera y la Alejandra,
el tío las Papas y el gordo Alamea.
Valenzuela, de la Hoz y Rodero,
el Chini, Cortés, Nadal y Chatero,
Juanito, el Rubio, Pinel, don León, 
el Chico el del casino y Berrocal.   
Pedro Álvarez, el Trócoli y el Lata,
el Chani, Matapájaros y el Bomba,      
el Seba el Topo y Pedro Carreño,
Chinorro, Claverías y Ramoncillo.
el Padiego y el Tío del Parralillo,
Cencerra y el dentista Pallarés,
Pepe Tamar, los Cuevas, Gilabert,
la Cañamona, Jeromo y Tontillo,      
la Colisa, Magritas, Tobalillo,
el bizco Sáez y Paco Miralles.
Montejo, las Serranas y el Polilla,
Juanico callejones y Mateo,
Capitán Ángel Jiménez Claver.
el Tío Chico y el cura Francés,        
Don Cristóbal Moreno y Periquete.
el Tadito y la rubia la Boromba,
Tristeza, Tomasín y Santafosta,      
el cojo Serafín e Ignacio el Chusco,
Calancha, Tirulique y Juan Hervás,   
la Conejera, la Rabita y la Félix,     
don Pascual y don Juan, los Navarrete.
Los Maestros don Ramón Poblaciones,
don Antonio Bonilla y don Antero,
don Miguel de la Hoz, don Juan Magaña 
y don Ciriaco. don Enrique Suca.
Los Alcaldes Climent y Barberán,
Maestro Miguel Roa y el Tío Paco,  
Juana Quevedo y Lola la Pantana,
hermanos Don Marino y Tío Cofrás.         
Antoñico el campanero y Gaspar,   
Fausto Montoro, el Moño y Bilano, 
los Chinorro, Librete y Antoñuelo.
Don Cristóbal Marín, y Antonio el Gato,     
Paco Torres, Noventa y Juan Torafe,
Pedro el del Exprés, Pepe del Olimpya,
Huevoduro, Moya y Pelamarranos,
el Gamba, el Maño y Paco Sarreta,  
Maculet, los Churrascas, Luis Serrano,
María la churrera y Gil el ciego,
Jesús Sánchez Palacios, los Pichichi,     
Párraga y Gil el hojalatero,             
Pepillo Navarrete y Manuel Linde,
Frasquito el enterraor y el Rosao,  
Román el alpargatero y el Rufo,
Cagarruta, Cachipirri y Rufino,
el cojo Navidad y Pataperro,
Manuel Maza, el Marruedo y Tobalera, 
el Fiscal don Manuel Soto y el Miler      
el cojo de Montejo y Chimenea,             
el Manolín y Félix el Porreta,     
el gitano Camacho y cabo Cuevas,     
Bellón, Ángel Ramírez e Higo Negro,
Pisabilletes y Manolo el Chisme,      
las Mora, telefonistas, y el Loren,
Luciano el de la imprenta y el Pintao,
la Pepa la bollera y los Garvín,           
Ureña el estanquero y los Tello,
Estudillo y el tuerto Chalé,         
Magaña, los Tudela y don Leocadio, 
Juanvi Navarrete y Paco Espejo,        
Lorite, los Rila y los Conchichín,       
Torcuato, los Peralta y Piquín,       
Manolo y Amparito Pallarés,
los Viznagos, Corencia y Melchorillo,  
el Granaino y el cura Rubiales,                        
Carlos Cruz, Ceacero y Tomás Casero ,      
Carlos Arévalo y Luis el Molinero,       
los Madrileños, los Chatos y el Bori,
el Rafa, los Candanga y los Espino,
los Salido, los Turbieros, y el Troncho,  
Sebastián y Eduardo Claverías,
Pepe Botella, el Titi y Luis el chepa,
Adrián y Cruz, los alpargateros,
El gallego Rogelio y Follajergas,
José María, el demente y el Fiera,     
Mota y Claudio y Antonio Pinel,
Rastralbarcas, Barril, José, el Claro,   .
Bililo, Grima, Yescas y el Polaco,
 
 
Son hombres y mujeres singulares
que ya están en la Historia de mi pueblo
y muchos de ellos fueron populares.
Y con el verdor de los olivares,
que hace tan hermosa a la campiña,
y la belleza que hay en los calares
se hermanan con la Sierra de las Villas.
 
Mi pueblo tiene hermosas perspectivas
y millones de pinos y de olivas,    
con cuatro ríos que lo embellecen,
que lo fructifican y que lo enriquecen.
Teniendo al Santo Cristo de Patrón
y Patrona a la Virgen del Rosario
mi pueblo es muy feliz y afortunado.
 
Moriré soñando con el Paseo,
con el Parque y la calle Prior Pellón.
Y siempre le daré gracias a Dios
porque ser campiñés es mi trofeo. 
 
 
                        
 

 

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