Originalmente una obra de teatro que se convirtió en una
famosa película en 1938 de, los no menos afamados, hermanos Marx y que volvió a convertirse en función teatral dentro de nuestro
otoño. En escena; Les Prometemos Mejorar
tratan de montar y estrenar una obra de teatro, pero no les resulta nada fácil teniendo en cuenta
los tejemanejes del caradura de su director, Gordon Miller Peralta.
La trama;
cuentas que no se pagan en un hotel regentado por un sumiso cuñado al borde de los nervios. Cheques de socios capitalistas que se firman pero que no se llegan a cobrar. Enfermedades
y muertes fingidas con el único objetivo de alcanzar la Gloria. El resultado;
una noche de teatro gigante, de lo mejor de los que prometen mejorar, que
estuvieron acompañados por casi trescientas personas.
Vimos a un grupo inmenso en el escenario. Actores y actrices
que supieron mantener el ritmo alocado y casi febril de la obra. Diálogos como ametralladoras y escenas
perfectamente coreografiadas. Casi al empezar y con un “me voy con lo puesto” que desembocó en un
aluvión de carcajadas ya desde el primer momento.
En definitiva; la acidez con
la que se narra la historia y ese humor tan característicamente inteligente de
los Marx se trasladó en la noche del pasado sábado a nuestro Coliseo donde hubo
cabida para homenajear a algunos de nuestros artistas, en este caso más
internacionales; los rusos Mamen Camacho o Chema del Barco y muchos guiños a personajes y
lugares de nuestro pueblo. Una obra que se adapta como un guante a la filosofía
del grupo y de su director, Luis Peralta cada día más “marxiano”. A mí personalmente me encantó.
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