ALGARABÍA SIGUE ENAMORANDO AL PÚBLICO. VALIENTES Y PERFECTOS.

Con La Algarabía tenemos la mala costumbre, o la falsa creencia, de que con ellos todo es perdonable dada su “singularidad”.  Pues nada, otra bofetada que nos dan en toda la boca y que nos advierte que este grupo no se amilana ante retos importantes. El del pasado sábado lo era y mucho.

Por primera vez el grupo de Joaquín de la Hoz se enfrentaba a una obra de teatro completa; de texto largo y complicado para ellos. Se entendió perfectamente todo y se disfrutó de La Algarabía como nunca. Aquí hay que reconocer las buenas formas de la autora, Lola García Carcelén, a la hora de escribir con esa soltura y gracia un texto tan de actualidad.

 

La crisis es el eje central de una trama que intenta darnos claves para poder sobrellevarla; a veces con humor pero otras dejando muy clara la crudeza por la que pasan algunas de las familias que seguro se sienten reflejadas en “Casa Pío”. Un “trabajazo” de dirección, el que se marca De la Hoz, pues conseguir ese resultado no es fruto de un día; hay mucho esfuerzo, quebraderos de cabeza y paciencia.

 

 

Al final todo fueron parabienes y elogios al trabajo de unos y otros. Destacar que, además de la interpretación; divertida cuando tenía que serlo y muy seria cuando así se requería, la puesta en escena fue digna también de elogio. La trama de desarrolla en una tienda familiar, pues vimos eso;  una tienda familiar.

Hemos dejado atrás el todo vale. Quizás a partir de ahora sea hora de exigirles como a los demás.